A medida que pasan los años, la clave para mantenerse en el peso adecuado consiste en comer poco, pero muy bien seleccionado; es decir, eliminando de la dieta las calorías innecesarias (grasas, alcohol, azúcar…) y potenciando los alimentos sanos (fruta, verdura, cereales integrales, pescado, legumbres…). Consumir más calorías de las necesarias únicamente sirve para acelerar el proceso de envejecimiento. Además, los últimos estudios científicos vienen a confirmar que mantenerse en un peso entre un 5% y un 10% por debajo del peso ideal aumenta la longevidad.
1) Una carrera a largo plazo
Perder peso y mantenerse en él es una carrera a largo plazo. No se trata de correr para ganar el primer obstáculo, sino de llegar a la meta en buenas condiciones, pues lo más importante es poder mantenerse en el peso alcanzado. Por esa razón, no debes obsesionarte con la báscula. Pésate tan solo una vez a la semana, por la mañana y en ayunas, sin ropa, y siempre a la misma hora.
2) Controla el estrés
Una de las causas del sobrepeso es el estrés, y una de las formas más eficaces de controlarlo es a través de la alimentación. Aunque al principio te resulte difícil, reduce al mínimo el consumo de cafeína, alcohol u otros excitantes y aumenta la toma de infusiones de hierbas (mejor aún si son relajantes). También tienes que comer regularmente legumbres, frutos secos y cereales integrales, que contienen vitamina B3, pues un déficit de esta vitamina provoca altibajos emocionales. Por último, conviene que tomes suplementos dietéticos naturales, como magnesio, zinc y vitaminas C, B5 y B6, pues su carencia favorece la irritabilidad y el desánimo.
3) De todo sin abusar
En una dieta sana se debe comer de todo sin abusar de nada. las porciones ideales de cada grupo de alimentos han sido medida por la OMS. En primer lugar el grupo de cereales-arroz-pasta (6-8 porciones), vegetales (3-5 porciones), frutas (2-4 porciones), lácteos (2-3 porciones), pollo-pescado-carne-legumbres-huevos (1-2 porciones) y finalmente el grupo de grasas, aceites y azúcar, que debe ser un complemento mínimo.